Durante este periodo de
transición, el 27 de noviembre de 1911 se modificó la Constitución mexicana en
sus artículos 78 y 109, prohibiendo así las reelecciones del presidente y
vicepresidente, aunque éste último podía postularse en el período inmediato.
Además, en diciembre de 1911 se formuló la ley electoral, misma que fue
reformada en mayo de 1912. La instauración de dicha ley tenía como finalidad
ampliar la libertad electoral, limitar la intervención estatal en las
elecciones y expandir el universo de electores, buscando una mayor igualdad
electoral.
Durante el mandato de Madero se
transformó casi en su totalidad la pirámide del poder: llegaron nuevos
gobernadores, muy diferentes a los que habían participado en el gobierno de
Díaz, además de que viejos jefes políticos se vieron desplazados por un nuevo
aparato gubernativo dominado por las clases medias, aunque obreros y campesinos
siguieron relegados de los procesos políticos.
Movimiento Zapastista
Dos días después de la toma de
posesión de Madero, el presidente envió un representante a Morelos pidiendo que
Zapata licenciara sus tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador
del Estado Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, el retiro de las tropas
federales, indulto y salvoconducto para los integrantes de su ejército y el
establecimiento de una ley agraria que mejorara la calidad de vida en el campo.
Madero rechazó las condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala, donde
establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de terminar con el
movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado de Puebla, y el 28 de
noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio
Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur. En dicho
documento se acusó a Madero de haber impuesto al vicepresidente y los
gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de dictador
y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados
feudales y caciques opresores enemigos de la revolución». Además se reconocía
como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en caso de que éste no
aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata
Levantamiento de Pascual
Orozco
Desde el momento en que Pascual Orozco desobedeció las órdenes de Madero
y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se rompieron las relaciones entre estos dos
personajes. La situación se agravó cuando no fue elegido para formar parte del
gabinete del gobierno provisional formado tras la firma de los Tratados de
Ciudad Juárez y cuando durante las elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco
perdió frente al candidato que Madero apoyaba, Abraham González.
En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno
de Madero y llamó a levantarse en armas contra él por medio del Plan de la
Empacadora. Su movimiento logró convocar a las clases populares, media y alta,
además de que cobró fuerza después de derrotar a Villa. Victoriano Huerta fue
encomendado por el gobierno maderista para sofocar la rebelión. Después de
vencer al orozquismo se convirtió en héroe nacional, ganándose además la
confianza del presidente.
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